En 1822 el fundador Edouard Bovet, relojero de Fleurier (Suiza), había viajado por el mundo, eso fue hace 200 años. Por ello los viajes y varias zonas horarias forman parte del ADN de Casa Bovet. 

Imagínate que estás en un viaje de negocios de Miami a Ginebra, luego a Dubái y al final llegas a Singapur. Saber la hora exacta, tras cruzar varios horarios y con el cansancio parece complicado. Sin embargo, Orbis Mundi, se convertirá en tu mejor compañero de viajes, por sus intrínsecas propiedades:

Muestra las 24 zonas horarias de un vistazo, gracias a su vista del mundo desde arriba.

Sus funciones se configuran simplemente con la corona, así es sencilla la lectura de la hora en cualquier parte del mundo. 

Fácil de configurar la hora y las 24 ciudades del mundo, desde la corona.

Exquisitos acabados, como su emblemática caja Fleurier, un verdadero símbolo de dos siglos de excelencia relojera.

Al abrir la esfera muestra el volante Bovet fabricado internamente y el órgano regulador, con su segundero giratorio de tres brazos y una esfera de cristal de aventurina de 1/20 segundos a las 6 en punto.

Su elegante caja de 42 mm (en titanio y oro rosa de 18 quilates), se adapta a cualquier muñeca.

Indicador de reserva de marcha, que destaca los increíbles y muy prácticos siete días de reserva de marcha con un solo barrilete.

El fondo expuesto es un distintivo de la Maison Bovet.

Edición limitada a 60 relojes.