¿Sabías que el restaurante Los Danzantes, no sólo se dedica a difundir la gastronomía mexicana? En efecto, desde hace 25 años también promueve la tradición mezcalera, ya que uno de sus objetivos primordiales es enaltecer a México a través de la creación de productos artesanales que conecten con sus raíces.

Los Danzantes nació en una Casona de Coyoacán en 1995, buscaba sorprender con bocados muy mexicanos acompañados de una bebida, su primera apuesta fue el Tequila los Danzantes, envasado en una botella azul.

Posteriormente, al buscar nuevas recetas por México eligieron algunos ingredientes de Oaxaca, que van de la mano del mezcal. Es en 1997 que deciden que el mezcal sea la bebida de la casa, debido a que se produce de forma artesanal y ancestral. Así nace Destilería Los Danzantes.

Durante este período de tiempo se han enfrentado a diversos retos, comentó : En sus inicios el mezcal no era popular, sólo se hacían dos producciones anuales. En 2009 inician exportaciones, pues se dan cuenta que hay un mercado fértil en Estados Unidos y Europa. En 2010, empiezan una distribución a un nivel más grande. En 2015 se genera un boom que les ayuda a tener un crecimiento del 200 al 300% a nivel internacional. Sin embargo, continúan con su producción a nivel artesanal. Actualmente se distribuye en más de 30 países en los cinco continentes, donde destacan países como Panamá, Sudáfrica, Japón, Líbano, Australia. 

Por ello decidieron celebrar su 25 aniversario con Los Danzantes Coyote, resultado de la primera cosecha del Proyecto Maguey, una iniciativa sustentable; comenzó con unos semilleros de Tobalá, que actualmente han reproducido 650 mil plantas de 20 especies de agave, demostrando que es posible obtener cultivos sustentables aprovechando los magueyes Oaxaqueños. Para devolverle a la tierra y a Oaxaca lo que produce, incluso genera un comercio justo y garantiza la esencia del proceso.

Características inigualables

Los detalles que hacen único al mezcal Los Danzantes Coyote son:

Se utiliza un agave americano de clase joven, es un maguey Coyote, endémico de la Sierra Sur de Oaxaca.

Elaborado en Santiago Matatlán, en Oaxaca, con leña de encino blanco en un horno cónico bajo tierra con un molino de piedra jalado por el caballo “Sansón”.

Fermentado naturalmente durante ocho días en tinas de madera con levaduras nativas. 

Destilado en alambiques de cobre.

Envasado en una botella en tono azulado, inspirada por la primera bebida de la casa, el tequila azul. 

La seducción del mezcal

Karina Abad, Directora de Producción, que se ha dedicado a enaltecer la tradición de elaborar mezcal artesanal y ancestral, sugiere los siguientes consejos para degustar:

Servirlo en una copa tipo grapa, con cuello alto para olerlo mejor y despertar al olfato por sus aromas ahumados y dulces. Producirá recuerdo organolépticos

Para detectar si es un mezcal elaborado artesanalmente se debe buscar la nota ahumada.

Dar un pequeño sorbo, pasar por la garganta. Abrirá el gusto, es como empezar a besar al iniciar una conquista.

El primer impacto, es fresco y se experimentará un retrogusto.

Mientras que el segundo es diferente y se disfruta de otra forma. La experta recomienda tratar de averiguar qué notas despide. 

La idea es continuar con pequeños sorbos, no hay que apurarlo, hay que disfrutarlo como a un beso. 

Aroma: a hierbas frescas como albahaca y menta.Gusto: de maguey cocido con notas de menta y manzana verde.